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miércoles, 20 de febrero de 2013

¿No debería bastarme esto?


Jesús, el hombre de los dolores, querría que todos los cristianos le imitaran. Ahora bien, Jesús me ofreció este cáliz también a mí; y yo lo acepté; y he aquí por qué no me priva de él. Mi pobre sufrir no sirve para nada; pero Jesús se complace en él, porque lo amó tan intensamente aquí en la tierra. Por eso, en ciertos días especiales, en los que él sufrió más intensamente en esta tierra, me hace sentir el sufrimiento incluso con más fuerza.
¿No debería bastarme esto solo para humillarme y para buscar vivir escondido a los ojos de los hombres, porque he sido hecho digno de sufrir con Jesús y como Jesús?
¡Ah!, padre mío, siento que mi ingratitud a la majestad de Dios es demasiado grande.
(1 de febrero de 1913, al P. Agustín de San Marco in Lamis – Ep. I, p. 334)

lunes, 11 de febrero de 2013

Grupos de Oración del Padre Pío


Una de las devociones a santos recientes más extendida en el mundo es la del Padre Pío de Pietrelcina, capuchino canonizado por el Beato Juan Pablo II.

Justamente con el objeto de promover la devoción al santo italiano, la Arquidiócesis de México viene apoyando desde hace algún tiempo los grupos de oración que tanto promovió en vida el santo de Pietrelcina y que hoy tienen por objeto propagar las obras que él realizó.

Los grupos de oracion del Padre Pío son certificados por el Santuario de Nuestra Señora de las Gracias en San Giovanni Rotondo

Uno de estos grupos funciona en la Parroquia Inmaculada y San Pío de Ciudad de México, donde todos los primeros jueves de cada mes se dan cita decenas de devotos para orar por las necesidades de la comunidad, de la ciudad, de México y del mundo. Este templo cuenta con una reliquia del Padre Pío que consiste en un pañuelo que el santo utilizó para proteger su costado durante la aparición de sus estigmas.

Estos grupos, que en el mundo ya son más de los 300 mil -según cita el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME)-, son certificados por el Convento y Santuario de Nuestra Señora de las Gracias en San Giovanni Rotondo, Italia, donde se encuentra sepultado el Padre Pío; y son guiados espiritualmente por los Hermanos Capuchinos.

La creciente devoción al milagroso Pío de Pietrelcina en Ciudad de México se debe a la imagen peregrina de cuerpo completo -de 1.65 metros de altura -, que recorre las colonias de la capital mexicana para que más personas se encomienden a su intercesión.

Si deseas más información sobre los Grupos de oración o sobre la imagen peregrina 
comunícate a: info@padrepiomexico.org 


Contenido publicado en es.gaudiumpress.org

miércoles, 6 de febrero de 2013

¡Quiera el Señor!


Quiera el Señor, fuente de toda vida, no negarme esta agua tan dulce y tan preciosa, que él, en la exuberancia de su amor a los hombres, prometió a quien tiene sed de ella. Yo, padre mío, deseo ardientemente esta agua; se la pido a Jesús con lamentos y suspiros continuos. Pídale también usted que no me la oculte; dígale, padre, que él conoce la gran necesidad que tengo de esta agua, la única que puede curar a un alma herida de amor.
Consuele este tiernísimo esposo del Cantar de los Cantares a un alma que tiene sed de él; y la consuele con aquel mismo beso que le pedía la sagrada esposa. Dígale que, hasta que un alma no haya llegado a recibir ese beso, no podrá nunca firmar con él un pacto en estos términos: «Yo soy todo para mi amado y mi amado es todo para mí».
¡Quiera el Señor no abandonar a quien ha puesto sólo en él toda su confianza! ¡Ah!, que esta esperanza mía no quede nunca defraudada, y que yo le sea siempre fiel…
(10 de octubre de 1915, al P. Agustín de San Marco in Lamis – Ep. I, p. 666)

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